La aceptación de los sentimientos negativos y su desvinculación de la realidad son pasos fundamentales para hacerle frente.
¿Qué síntomas caracterizan a una persona que sufre síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico con el que deben lidiar muchos trabajadores, especialmente cuanto mayor sea su responsabilidad dentro de la empresa o su altura dentro de la jerarquía de la compañía. Desarrollar una percepción negativa sobre uno mismo, en la que se infravaloran las propias habilidades y se achacan los logros a la suerte, podría significar que se padece este trastorno. Sobre todo si se tiene miedo a que, algún día, alguien se percate de que la persona es un fraude.
Cuando esto sucede, no queda más remedio que actuar y poner en marcha una serie de estrategias que permitan superar el síndrome del impostor, ya que puede ser muy limitante y perjudicial para la salud mental. Esta serie de consejos servirán como herramientas para hacer frente al síndrome del impostor, aunque lo más recomendable consiste en acudir al personal médico cualificado.
1 Reconocer los sentimientos
El primer paso para lidiar con el síndrome del impostor se basa en ser honesto con uno mismo e identificar, analizar y asumir lo que se está sintiendo. No servirá de nada intentar acallar o ignorar esos pensamientos. Seguirán ahí. Hay que hacerles cara y ser conscientes de que esas sensaciones son lícitas, pero no son la realidad.
2 Separar los sentimientos de los hechos
Una vez que las cartas están sobre la mesa llega el momento de estudiarlas. El síndrome del impostor hace sentir a quien lo padece que no merece sus logros profesionales, que no es tan competente o habilidoso como los demás creen y que todo ha sucedido gracias a la fortuna. Pero estas inseguridades no son más que las cábalas de una mente que, a menudo, siente miedo y una acusada falta de confianza. No es la realidad, lo que sí es verídico son los hechos y los éxitos que se han logrado. Enfrentarse a este síndrome requiere reflexionar sobre ello e iniciar un proceso de autovaloración.
3 Repasa las pruebas de tu trabajo
Las personas con síndrome del impostor tienden, a causa de esta sensación de no merecimiento, a dedicar un tiempo a menudo excesivo a sus deberes profesionales. Aunque para ellos no será suficiente. La forma de darse cuenta del verdadero esfuerzo pasa por echar un vistazo a los proyectos y tareas que se han completado o superado. De hecho, existen ciertas aplicaciones para móviles y ordenadores que monitorizan la actividad, incluyendo el tiempo que se le dedica a cada tarea.
4 Compartir esos sentimientos
El aislamiento es una de las consecuencias del síndrome del impostor, algo que hay que evitar. De hecho, una vez que se han asumido estos sentimientos, el siguiente paso para la superación será compartirlos con otra persona. De hecho, es muy probable dar con otro individuo que también los hayas experimentado. Con este fenómeno psicológico, es importante saber que no se está solo.