Ventajas.
Menos contaminación: Una de las principales ventajas de los vehículos que usan gas LP, es que son mucho menos contaminantes que los coches tradicionales de combustible líquido, debido a su menor concentración de CO2. El gas LP es mayoritariamente metano, que es menos nocivo para la atmósfera que el combustible normal, por lo que estos coches han representado una buena alternativa a los coches tradicionales.
Menos consumo, más ahorro: El gas LP es un combustible que actualmente está más barato que la gasolina, por lo que el consumo diario para llenar el depósito será menor.
Mejor mantenimiento: El mantenimiento a corto plazo de los coches a gas es mucho más sencillo y barato que el de un coche tradicional. Con un buen mantenimiento, el coche a gas seguramente tendrá menos problemas que el coche de combustible líquido, que muchas veces se avería por causas que no dependen de nosotros ni del mantenimiento.
Desventajas
Precio alto en la primera inversión: Tanto si elegimos un motor a gas de fábrica como si lo instalamos en nuestro vehículo tradicional, el precio de este sistema es bastante alto de entrada. Como decimos arriba, en las ventajas, hay que verlo como una inversión que luego se recupera con lo que uno se ahorra en los repostajes, pero este precio tan alto por llevarse un coche a gas puede ser lo que espante a la mayoría de usuarios a la hora de decidirse por uno de estos vehículos.
Poco espacio en la cajuela: La mayoría de estos sistemas de gas LP van instalados en la parte trasera del coche, ocupando la mayor parte del espacio que suele comprender la cajuela, por lo que seguramente tengamos que despedirnos de este habitáculo de nuestro automóvil. Algunos pueden pensar que esto no es una contra importante, pero dependiendo del trabajo o los hobbies de cada cual, la cajuela puede ser algo decisivo a la hora de comprar un auto.